La cosa es la del mundo mejor: ¿cómo conseguirlo? Creo que la respuesta pasa por la alegría, la profesionalidad y el decidirse por este maravilloso planeta y sus habitantes.
Y es que al final del día el dinero es lo de menos (aunque ayuda mucho), sino que son las relaciones entre tú y los demás lo que marcará la diferencia.
Y si además puedes aportar tu granito de arena para hacer un mundo mejor, el éxito está asegurado.
Mi deseo es el de pro-activamente llegar a las personas y, junto a los demás, enriquecerme y admirar este mundo.
Ojalá tú entres en el equipo de los que valoramos la libertad de las personas y el planeta Tierra.
Soy Tomás de Zárate. Después de dar mucho botes por el mundo, he terminado como ilustrador.
Pero antes estudié Geología (culpa del amor que en mi tierra canaria sentí por los volcanes).
También he publicado un par de novelas.
Mi inquietud creativa encontró sentido en el diseño y la creación de páginas web.
Desde que era un pequeño español sentí la necesidad de crear y de luchar.
Valoro y soy creativo y perseverante.
Soy una persona laboriosa. Supongo que eso lo aprendí de mis padres, personas ambas increíblemente trabajadoras. Mi padre, además, siempre se desveló por darnos a mi y a mis hermanos una educación global, comprensiva con todos. Cada cosa se podía ver desde distintos puntos de vista.
Mi padre siempre fue cariñoso conmigo y traía algún recuerdo interesante de cada uno de sus viajes. Recuerdo con especial cariño un gran libro de dinosaurios que trajo tras sus estancia en el norte peninsular.
Mi madre siempre ha sido una guerrera. Una cariñosa guerrera.
Las experiencias de la vida, donde he viajado mucho y me he enfrentado a grandes fracasos… por no hablar de las lenguas, que en mi infancia fueron siempre una gran cruz y a fuerza del binomio fracaso/éxito he terminado siendo políglota. Quiero ayudarte, quiero decirte que vales la pena. Y detrás tengo todas esas experiencias de la vida, me apoyo en ellas.
Las mayores recompensas de mi vida han ido de la mano de las relaciones: aunque ha habido muchas personas a las que he considerado que era mejor mantener lejos, una gran mayoría han sido buenos seres humanos y casi todos ellos perdidos en mayor o menos grado. Y me he visto en ellos.
Durante mi vida he ganado el premio a ser el mejor yo imaginable por la prestigiosa Universidad Tomás de Zárate. Y la Asociación “pequeñas, medianas y grandes personas que se han cruzado con Tomás de Zárate” me otorgó el Premio hace poco. Y es que ambas reconocimientos me motivan todavía más a continuar en el camino de la vida.
Porque, seamos serios, lo primero son las personas. Y es ahí donde encuadra el ecologismo y la sostenibilidad. Tal vez no te hayas dado cuenta, pero no hay una ristra de planetas en cola esperando a que elijas uno donde vivir.
Así que no dudes en tatuarte interiormente “Valgo”. Porque es verdad.
¿Quieres tener éxito en la vida? Trabaja tu interior y trabaja tu exterior.
¿Quieres ser 100% humano? Aléjate de teorías que te apartan de la senda del Homo Sapiens.
Esta es la herramienta de la vida: vivirla. ¿Y cómo se vive? Viviendo. Y esa es una gran tautología.
Todo lo que es evangelización se fundamenta en el marketing. Y aunque el marketing es una gran herramienta, demasiado fácilmente crea ruido de fondo y eso es una falsedad sobre la que la Iglesia no puede descansar.
Se ha de caminar por el borde de un precipicio. A un lado está la tierra y la verdad firme. Al otro todo un mar de apariencias.
¡Pasión por la vida! La misma pasión que tuvo Agustín de Hipona o Teresita de Lisieux. Esa pasión ni siquiera ha de ser católica por excelencia, como lo demuestra Etty Hillesum.
Pero la Iglesia, al estar tan anclada en la verdad, aparecerá en algún momento en tu vida. Es inevitable. Porque ella defiende el mensaje de Jesús y ese mensaje no envejece.
Según el martirologio romano, la Iglesia ha contabilizado unos 7000 santos. Pero son millones y millones de personas los que, a través de su enseñanza, se han encontrado con Dios. ¡Sé una de esas personas!
Tengamos -tú y yo- la mirada en el cielo y los pies muy en la tierra. Ten la tranquilidad del que se sabe impulsado por el Espíritu Santo. Y no tengas prisa, que la muerte está a la vuelta de la esquina.
Cada día puedes dirigirte a Dios, cada día renacemos y sentimos que fluye por nosotros los invisibles hilos que forman la gran red de la comunidad humana.
Lo bueno de ser humano es que SIEMPRE ESTAMOS A TIEMPO. Nuestro barco no tiene el rumbo definido sino que puedes orientar el timón.
Tus hijos son los primeros que verán tu vocación hacia la verdad. Y luego tu pareja, tus padres… tus seres queridos. Y respetarán cualquier decisión que tomes porque amar supone amar la libertad del ser amado.
Hagas lo que hagas, hazlo personal. No eres una máquina fría ni un robot indiferente. Eres una persona. Y tú eres el protagonista de tu vida. También tu mejor público.
¿Cómo comenzar? La tarea puede parecer titánica. Pero comienza transformando este o aquel valor. Y luego crea un relato que te guste. Un relato que tenga sentido para ti.